La administración de riesgos dentro de una empresa se puede definir como un procedimiento de carácter administrativo que consiste en identificar, medir, controlar y supervisar los distintos riesgos a los que podrían estar expuestas las empresas y, una vez recaudada la información, se pueda realizar y ejecutar una adecuada gestión de los riesgos y establecer el efecto de las contingencias detectadas en el nivel de solvencia de la empresa.
Esto quiere decir que las empresas deben contar con una infraestructura adecuada para soportar el sistema de evaluación y gestión de riesgos, en función de las características, tamaño y complejidad de las operaciones de la empresa, por lo que se debería dotar de recursos humanos y tecnológicos que sean necesarios para la administración de los riesgos.
Asimismo, la administración de riesgos procura lograr diversos objetivos para brindar seguridad no solo al personal que labora dentro de las instalaciones, sino también ayuda a mantener en buenas condiciones las instalaciones. Para esto necesitan cumplir diversos objetivos, los cuales son los siguientes:
- Detección de posibles riesgos que afecten a las empresas.
- Análisis de la exposición de la empresa a los diferentes riesgos.
- Análisis de las medidas de control interno y la adecuación de los sistemas de transferencia de riesgos, mediante el análisis de las diferentes pólizas de seguros.
- Elaboración de los planes de gestión de los riesgos, mediante programas de transferencia y planes de reducción y control.
- Análisis sobre el nivel de cobertura existente mediante pólizas de seguros.
Para agilizar todo esto, es necesario contar con una póliza de seguros empresarial o seguro para empresas que pueda proporcionar una respuesta adecuada ante cualquier siniestro que afecte tanto a los trabajadores como a la infraestructura de la compañía. En este caso, la compañía de seguros debe conocer la empresa (y tener un contrato con ella), conocer la política de riesgos de la empresa e identificar las posibles fuentes de riesgo que pueden estar presente, como, por ejemplo: materiales, productos, entorno, entre otros.
Para asegurar todo esto es necesario cumplir con los siguientes pasos:
- Revisión de la documentación.
- Inventarios preliminares de riesgos y cuestionarios específicos para cada actividad.
- Entrevistas con los responsables de las distintas actividades.
- Visitas de inspección.
Algo que también hay que tomar en consideración es que existen diversas pólizas de seguros para empresas que pueden adecuarse a sus requerimientos y necesidades. Entre las más comunes se encuentran: el seguro de daño, el seguro por pérdida de beneficios, los seguros personales (que son los más utilizados por los trabajadores), el seguro de responsabilidad civil, y finalmente el seguro para la transmisión de riesgos. Definamos cada uno de ellos:
Seguro de daños:
Es aquel donde el asegurador se obliga a indemnizar al asegurado por un hecho contemplado en póliza y que supone ser un daño patrimonial. Dentro de este tipo de seguro se pueden distinguir el seguro de robo, de incendio o de avería de equipos electrónicos, entre otros.
Seguro por pérdida de beneficios
Dentro de este seguro se puede cubrir las pérdidas indirectas de un siniestro que suponen perjuicios económicos para la empresa y que pueden suponer un importante menoscabo. En estos casos, el asegurador se obliga a indemnizar al asegurado con una indemnización por el beneficio esperado, indemnización diaria, o gastos generales, durante el periodo que dura la resolución de un siniestro principal.
Seguros personales en la empresa
Es el más utilizado por las empresas para cuidar a sus empleados, como por ejemplo el seguro de vida, el seguro de accidentes o el seguro de viajes. En este caso, las empresas suelen contratarlo por diferentes motivos. Pueden hacerlo para cumplir con la legislación, por compromiso con sus empleados o como medida para retener el talento.
Seguro de responsabilidad civil
Uno de los seguros de empresa más conocidos es el seguro de responsabilidad civil. Mediante el mismo, el asegurado transfiere al asegurador las obligaciones que puedan surgir de una acción u omisión no dolosa.
Líneas financieras para la transmisión del riesgo
Existen también diferentes líneas financieras de seguros. Una de ellas es el seguro para administradores y directivos (seguro D&O), que cubre las consecuencias derivadas de la responsabilidad en que pueda incurrir un administrador y los altos cargos de una sociedad en el ejercicio de su cargo. También hay líneas de seguros para riesgos cibernéticos o riesgos de responsabilidad civil profesional.
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